RETRASMISIÓN EN DIRECTO


domingo, 26 de junio de 2011

viernes, 1 de abril de 2011

Proyecto. Inspiraciones

Este verano conocí Cuenca, y no faltó la visita al Museo de Arte Abstracto, en las casas colgadas. 1,50 euros la entrada a estudiantes.
Entre muchos me gustaría destacar dos nombres:

MANUEL MILLARES SALL (1926-1972)



 
 

FERNANDO ZÓBEL DE AYALA Y MONTOJO (1924- 1984)



jueves, 31 de marzo de 2011

Proyecto. Bocetillos


Antes de presentar bocetillos (si se les puede llamar así) prefiero presentar mi recorrido de mis bocetos mentales. He presentado ya unas pequeñas reflexiones acerca del tema que quiero abordar y bueno quiero explicar el porqué de todo.

Hace unos años mis padres hicieron un viaje a Venecia, y cuando volvieron y me enseñaron las  fotos me sorprendió una muy bonita que capturaba un pequeño canal y preciosos edificios que se alzaban a su orilla. Entre ellos unas cuerdas tendidas de lado a lado dejaban al descubierto la ropa mas intima de una señora: nada más y nada menos que una colada de ropa interior se secaba al aire en un pequeño rincón de una de las ciudades más bonitas del mundo.

Me llamó la atención, y recordé como en la casa de mis padres, la ventana de mi habitación da a las cuerdas para tender, así que lo primero que veía al despertarme era la colada del día anterior. También me acordé de lo curioso que es ir caminando por Leganés (Madrid) y ver la ropa tendida a pie de calle (claro, la gente que vive en los bajos tiene que tender en algún lado…), o de cómo las abuelas machacan las fibras en la pica con el jabón Lagarto… Tender la ropa es algo tan humano como tirarse un pedo, pero parece que también está mal visto; La nueva ordenanza de Granada prohíbe tender la ropa en los balcones y ventanas del albaicín y  centro histórico. En Palma de Mallorca también existe esta misma ley, y ya no solo en el casco antiguo sino en zonas cercanas y puramente obreras sin ningún atractivo turístico.

Otro tema en relación a lo mismo y un poco mas personal es que tener unos quilos de más hace que una no se sienta a gusto cuando se va a probar ropa a los probadores. Y mira que creo que en teoría los probadores tendrían que tener una luz apropiada y un espejo un poco tratado para que una cuando se vea piense: me queda genial me lo COMPRO. Pero entre que las tallas las hacen como quieren y el espejo no es como el de Blancanieves, una sale de la tienda medio deprimida, viendo como a las modelos de los escaparates y de los catálogos la ropa les queda genial. Parece absurdo pero esto le ha pasado a casi todo el mundo del primer mundo, en especial a las mujeres.

Y por último: ¿Qué hago con la ropa que ya no me sirve?






jueves, 24 de marzo de 2011

Proyecto. Pequeña crítica a la alta costura y su publicidad

Proyecto. El vestido.

Es curiosa la importancia que en nuestra sociedad tiene el vestido. Tanto que hay países que utilizan una piel para taparse las glándulas sexuales, mientras que en otros las mujeres no dejan ver ni el brillo de sus ojos, tapándose los cuerpos con telas negras largas hasta los pies. En la metrópoli el vestido suele destapar el capital del portador o, a veces, revelar los gustos musicales o aficiones que tenga cada sujeto.



Llega un punto en que uno ya no sabe si viste para aparentar, si viste por comodidad, si viste por necesidad o viste porque sí. Realmente los humanos a partir de la pubertad ansía quitar la ropa a los demás, hasta nosotros cuando llegamos a casa, ansiamos por quitarnos los vaqueros y ponernos ese pantalón suelto al que llamamos pijama. Así que realmente ¿que sentido le damos cada uno al vestido? Hay culturas y sociedades donde la religión o la tradición siguen estando muy arraigadas a la vestimenta, pero en este primer mundo consumista y cada vez más desprovisto de tradiciones, ¿Qué sentido tiene? Sea el que sea, sea el que cada uno le quiera dar, el mundo de la moda, la industria textil y su producción y comercialización es muy grande, mueve incontable dinero y trabajo de miles de personas.


Crítica o comentario del Programa de "Metodología de los lenguajes pictóricos y su conservación"


Cuando me leí el programa a principio de curso pensé: Perfecto, aunque había cosas que no me quedaban del todo claras, como los objetivos generales, que tal vez me parecían un poco exigentes, ahora, medio año después de haber iniciado las clases me doy cuenta que el objetivo básico de la asignatura es desarrollar un lenguaje pictórico propio lógico y estructurado a partir de una metodología general que se fundamenta en un trabajo personal de análisis de la historia de las artes y el desarrollo de la investigación e intuición creativa.

En cuanto a las competencias a adquirir por el alumno, sinceramente, creo que son un poco atrevidas ¿no? Me refiero a los dos primeros puntos de los conocimientos. No creo que al terminar la asignatura todos sepamos “analizar y comprender los cambios producidos en el arte  a nivel estético, y sus comportamientos filosóficos”.  Pero por lo demás, en habilidades y destrezas y las actitudes me parece correcto, sobretodo el punto que dice “Fomentar la curiosidad y el deseo de conocimiento de la creación”

Todo lo demás me parece correcto. Y es que tengo que decir que siempre que leo los programas de las asignaturas me parece que todo esta incluso demasiado estructurado, cuando en la mayoría de los casos no se llega a cumplir la mitad de los objetivos o del contenido. Hay asignaturas que, como es este el caso, el alumno pone sus propias competencias ya que es una clase bastante “libre” donde los ejercicios a realizar durante el curso son los mismos (pintura al natural) y es el propio estudiante quien decide como abordar cada uno de ellos para así realizar un progreso de trabajo. Tal vez, otra de las competencias que adquiere al alumno en esta clase es “constancia”.

Tengo que decir que en Bellas Artes normalmente uno tira para algo que le motive más, que se sienta más a gusto, y yo tengo que reconocer que la pintura no es mi punto fuerte, así que como opinión al programa o a la metodología de Pintura III, me gustaría que el temario o los ejercicios fueran más variados y más dinámicos, como hacer algún ejercicio de pintura al aire libre, decorar a los modelos con telas o intentar hacer el retrato de un compañero mientras pinta… por ejemplo. 

MATISSE Y LA ALHAMBRA. Granada 2010-2011

               Como  introducción sabemos que Henri Matisse nace el último día del año 1867 en una localidad del norte de Francia. De padre vendedor de semillas y madre sombrerera, él decide estudiar derecho en París pero al poco encontrará su motivación por el arte, volviendo a París esta vez para intentar ingresar en la École des Beaux-Arts. Este intento fracasó y acabó en el estudio de Moreau, junto con Roaul Dufy y G. Roault.
              “Es peligroso caer bajo la influencia de maestros en la época de uno mismo” decía Matisse ya que este influjo puede condicionar al artista que no sea libre en su lenguaje, pero es muy difícil no caer en la trampa, así que el orientalismo que Moreau, sería un recurso capital presente en la obra de Matisse, sobretodo en los años 30.
               Al fin, después de tres años junto a Moreau, ingresa en la École des Beaux-Arts en 1895. Más adelante empieza a tener contacto con el arte impresionista, aunque su arte seguía sujeto al orden tradicional de matices y contrastes colorísticos. Fue Van Gogh, Gauguin y Cezanne los que más influenciaron en su obra de principios de siglo. Hasta que en 1905 Matisse y sus amigos Derain, Vlaminck y Marquet expusieron en el salón de otoño de París. Con el público escandalizado nace el fauvismo. Las fieras coincidían en el rechazo de los matices de la paleta impresionista y en la búsqueda de los poderes de expresión del color puro. En 1908 Matisse inicia un nuevo periodo de obras decorativas, con armonía en rojo, donde destaca la decoración con tela de Jouy, que entonces estaba de moda.

               Llegamos a 1909. Matisse recibe un encargo de su fiel y coleccionista ruso Sergei Shchukin de dos bocetos para dos murales que decoraran su casa. Y para ello pensó en la danza y la música. En octubre de 1910 se celebró la exposición universal de arte islámico en Munich a la que Matisse acudió. A su vuelta a París y ya enviadas las obras al salón d’Autonme de 1910 se encuentra con una critica mas violenta de lo normal a sus obras y un rechazo de ellas por parte de su demandante ruso. Para más inri, Shchukin a cambio aceptó un boceto de Puvis de Chavannes para la decoración de su casa, aunque al final este decidió anular la nueva compra y aceptar los paneles de Matisse. Aun así a Matisse le afectaron mucho estos cambios, y junto  con el dolor de la perdida de su padre decidió escapar durante una temporadita a España.

               Y aquí nos situamos. Coincidiendo con el centenario de este viaje nos encontramos con la exposición “Matisse y la Alhambra” en el Palacio de Carlos V de Granada. 

               Empezamos una ruta por la exposición. Los paneles informativos nos cuentan que Matisse estuvo en nuestro país entre noviembre de 1910 y enero de 1911. Visitó Madrid, Sevilla, Córdoba, Granada, Toledo y Barcelona. Vino aconsejado por su amigo Francisco Iturrino, y con quien compartiría estudio durante su estancia en Sevilla.  En Granada pasó 3 días, desde el 9 al 11 de diciembre, y por supuesto no faltó una visita a la Alhambra, como queda reflejado en el libro de visitas con una firma  “a lo médico”.  Matisse cuenta en una carta a su esposa su emoción y fascinación ante la contemplación de las formas decorativas de las yeserías y el juego lumínico que producen las celosías en los interiores de los palacios.

               Después de leer el justificado motivo de la exposición, me adentro en las salas.  La primera, La lección de oriente, recorre con fotografías  y objetos la exposición Meisterwerke Muhammedanischer Kunst celebrada en Octubre de 1910 en Múnich, dedicada al arte islámico.  En mi cuaderno de notas destaco el enorme jarrón nazarí que estuvo expuesto en dicha exposición. También apunto una obra que destaca entre todos estos objetos y fotografías, “La Argelina”. Me impresiona la fuerza del color y la naturalidad en la postura. Una composición equilibrada entre figura y fondo y una armonía cromática que hacen que el negro de los contornos pase inadvertido y se funda con el resto de los colores. Es un cuadro pintado por Matisse en 1909, antes de su visita a España y de la exposición de Múnich. Según un libro sobre Matisse cuenta que este cuadro lo pintó tras el encuentro con los expresionistas en Berlín, y según el folleto de la exposición, que la obra “revela referencias anecdóticas de lo que en la tradición francesa del siglo XIX se identificaba como español”. También en esta misma sala nos topamos con un boceto a carboncillo de la danza.


                En la siguiente sala empieza el recorrido artístico de su estancia en Andalucía.  Dos cuadros que me llaman mucho la atención: “Gitana” de Iturrino y “Joaquina” de Matisse.  Están los dos juntos en una pared, y me llama mucho la atención el cuadro de Iturrino. Seguidos hay cuadros en dúo de bodegones y interiores sevillanos donde se ve la influencia compartida entre los dos artistas.  El panel informa que  “estos cuadros son el resultado del feliz encuentro de Matisse con la Alhambra. Implicarán al artista una nueva manera de apreciar la realidad basada exclusivamente en lo visual. Para ello el color y la forma son recursos que convocan a una nueva realidad artística más decorativa y autónoma, cuya razón de ser no es ya el modelo de representación tradicional”. Sinceramente, me parece una definición  un tanto comercial, como si buscara el apoyo de un hecho para convencer al cliente del motivo de la exposición. No dudo que la Alhambra le habrá impresionado y que seguramente influyó en su obra, pero llegar a la afirmación de estos cuadros son el resultado del encuentro con la Alhambra... tal vez es un tanto exagerado, ¿no? Vuelvo al libro para comparar informaciones. Parece ser que durante su estancia en España, el artista recibió el último encargo de Shchukin, dos naturalezas muertas. El artista decidió no domesticar su estilo para el nuevo encargo sino que llevó al extremo una de sus características; la profusión decorativa, como había hecho con “armonía en rojo”.

                La siguiente obra que me llama la atención es el boceto de “la marroquí” realizado durante su estancia en Marruecos en el invierno de 1912 y los primeros meses de 1913. Está inacabado pero es un boceto con muchísima expresividad, de mancha y línea negra a carboncillo que revelan el expresivo y enérgico estilo propio de Matisse. Además, en cierta manera muestra el “enfado” hacia la modelo, que parece ser que no paraba de moverse y pedir más dinero por su trabajo, según cuenta en las cartas enviadas a su familia.  
                En esta misma sala encontramos el “rincón del estudio”. Durante la estancia de Matisse en España y el norte de África, y por su interés y gusto por el arte islámico, compró variedad de artículos que utilizaría para crear escenografías árabes en su propio estudio. Jarrones, mantillas, ropa, telas, pañuelos, tapices, alfombras, celosías, azulejos… Todo ello necesario para crear su “pequeño teatro oriental privado” y decorar a las modelos y los fondos de su preciosa serie de Odaliscas, pintadas en Niza durante los años veinte. Compuesta de varios cuadros y litografías, es para mí lo mejor de la exposición. Cuadros enteramente ornamentados de dibujos orientales y de color. Modelos de grandes curvas y posturas sensuales, vestidas con faldas transparentes o pantalones bombachos envueltas en un decorado llamativo y mágico.

                En una exposición celebrada en 2009 de Matisse en el Museo Thyssen- Bornemisza de Madrid tuve posibilidad de conocer otros cuadros de Odaliscas, y ya allí me quedé impresionada. La diferencia que la entrada me costó 8 euros (un precio desorbitado para lo que era la exposición, sinceramente), y la de la Alhambra es totalmente gratuita y mucho más completa. Aunque creo que tal vez la exposición se podría haber titulado “Matisse y el arte islámico” o “Matisse y su viaje a España”, es una exposición magnífica y que recomiendo.

Bibliografía utilizada:
VV.AA.Arte desde 1900”. Madrid 2006. Ediciones Akal.
ESSERS, V. “Henri Matisse (1869- 1954)”. Alemania 1999. Editorial Taschen (Serie menor).
WILSON, S. “Henri Matisse”. Barcelona 2009. Ediciones polígrafa.

Trabajo Primero

Aquí va el segundo trabajo realizado en clase. La técnica utilizada es acrílico, o pigmento mezclado con látex y agua. No tiene apenas textura, así que en los próximos trabajos a ver si consigo empastarlo un poco más, pero solo un poco, y en las zonas que lo requiera, ya que a mí me gusta la aguada. Los colores mejoran con respecto al temple, pero...esta soso...le falla el claroscuro, el movimiento, el volumen...
Paciencia y trabajo...

miércoles, 23 de marzo de 2011

Trabajo Cero.

 Después de mucho tiempo sin actualizar el blog, por fin empiezo con las cosas que tendría que haber subido hace tiempo, pero que por razones externas, sea la pereza, las pocas ganas de algunos días o simplemente que una alarga las cosas y al final hay veces que acaba por olvidarse, no lo he hecho hasta hoy.
Pero ya esta bien, tengo que luchar contra mi pereza, que digo que es un factor externo ¡porque es verdad! a mi no me gusta tenerla, ¡pero viene a mí! Mi madre aun no se cree que vienen y que me absorben las ganas de dormir y soñar, pero bueno, allá ella...

Bueno a lo que vamos, EL TRABAJO CERO es el pirmer trabajo que hicimos nada mas comenzar el curso.

Es temple al huevo sobre tabla. Después de este trabajo decidí no volver a utilizar temple. Por varias razones: por el olor,  por la poca textura que da al cuadro, por los colores amarillentos  y porqué sí.